domingo, 11 de enero de 2015

Surf = solidaridad

Hace ya algunos meses que leía un artículo en el diario El País, aunque no ha sido hasta esta tarde que se me ha venido a la cabeza. En él se hablaba de la modelo Almudena Fernández y el surfista español Aritz Aranburu, a parte de estar unidos en una relación sentimental les une la pasión de ambos por el surf. Aunque a diferentes niveles, claro.  Se menciona también el proyecto que comenzó la modelo, una ONG de surf para niños en riesgo de exclusión social. 

La, fundadora de la organización es la modelo que cuenta con las figuras de Aritz y con la del ilustrador Chidy Wayne como embajadores de la misma. No solo enseñan surf a los niños, sino también les ofrecen educación medioambiental y de respeto sobre todo con las playas. También colaboran con ONG Kind Surf  el grupo multidisciplinar TR3SENLINEA y Mediterranean Surf School.  


Almudena Fernández acompañando a una de las alumnas en la primera jornada de Kind Surf.
Afortunadamente hay más organizaciones sin ánimo de lucro que a través de este maravilloso deporte ayudan a personas con discapacidad. El nombre de otra de ellas es la Asociación Solo Surf, localizada en Cádiz y cuyo director técnico es Jesús Borrego. Su objetivo principal es ayudar a personas con discapacidad en el aprendizaje de habilidades psicosociales, adaptativas y físico-corporales partiendo del medio acuático y del entorno deportivo.
Es el primer centro terapeútico en España.

En 2012 nace en Gijón Surf Solidario, otra organización sin ánimo de lucro. Entre sus objetivos principales podemos encontrar promover el surf como herramienta terapeútica y solidaria. Y la obtención de recursos con fines benéficos. Para lograrlo colaboran a su vez con otras organizaciones solidarias; organizan actividades y cursos con finalidad benéfica; la creación de una red nacional e internacional relacionada con el surf.

En este post tan solo introduzco tres de las muchas organizaciones benéficas de surf que hay por el mundo. Estas organizaciones están con continua crecimiento gracias a los voluntarios que dedican su tiempo para promover y compartir el surf, a las donaciones que todos podemos hacer desde nuestras casas. Pero con el simple hecho de hablar de estas organizaciones a otras personas ya estamos contribuyendo.

Una vez más me alegro de ser una devota aficionada a este deporte tan humano y humanitario, más aún cuando lo que se promueve en las calles es la deshumanización y una mayor y más pronunciada individualidad del individuo.


Artículo de El País: Unidos por el surf. 

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